EN EL MEDIO MISMO DEL DÍA
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En medio de una rugiente avalancha de luz está mi padre.
La luz arranca destellos, no, saltos de furiosa nieve
a la pequeña escalinata que mi padre diseñó
desde un humilde orgullo, y vuelan
en astillas de luz los troncos de las palmas.
Cómo sus ropas arden en blanquísimas ascuas
que le abrasan la cara traspasándola y fundiéndose
al fuego de una felicidad que es tanto, tanto
más que la consumación de su proyecto, más
que su fiera estatura iluminada.
Eliseo Diego