ANHELO
Quisiera verte muerta, lo quisiera
para que al fondo de la tierra oscura
bajase, en su virgínea vestidura,
tu cuerpo de rosal en primavera.
Cuando la fría losa te cubriera
pensaría con plácida ternura,
que solamente Dios, sólo la pura
y arcana eternidad tu dueño era.
Muerta y en un querub transfigurada,
en los celestes círculos sabrías con
cuánta excelsitud eres amada;
en el reino estelar nu dudarías
y ardiendo ante tus pies mi alma extasiada,
cual fervorosa lámpara verías.
Miguel Rasch Isla