PALABRAS
Dibujando una utopía emocional
de experiencias dudosas,
de lógicas saturadas,
de ideas sesgadas,
el espíritu enardecido hace su guerra personal
contra los males del mundo.
Palabra en mente, letra en papel,
el lagar del pensamiento convierte reflexiones
en condimentados versos.
Pero las palabras no se acercan
no proyectan con suficiente magnitud
la desgracia,
la insensatez,
lo nefasto…
La palabra dolor
no revela su anónima naturaleza,
su pulso incontenible.
La palabra soledad
no describe el océano de las horas,
el negro silencioso en los corazones.
Quizás el problema sea que las palabras,
por si mismas, nacen de la luz,
de la mente esperanzada del hombre consciente…
Mientras que lo nefasto…
Lo nefasto existe en todo,
y la impotente luz
apenas logra reflejarse
sin siquiera llegar a perturbarlo.
Antonio Laforet