INEVITABLE
Siento el pesar de los
días que pasan ya.
Siento esa ausencia
inigualable y singular.
Evocarte... no vasta, porque
en el intento desvanezco...
¡Por qué te fuiste, por qué
soportarlo todo!
Sólo en esta asfixia, mi único
suspiro queda... soñarte... y
allí te veo; allí te contemplo.
Y ya no importa despertar,
porque sólo en tu imagen
renazco.
Siento el pesar de tu ausencia,
porque sé que aún me
recuerdas.
Darío Arístides Molina