Dibujo la luz de tu sonrisa
en el lienzo oscuro de mi vida.
Aparecen en mágico destello
tus veladas caricias, tu suave queja,
tu plácido gemido, tu alocado latido.
Son recuerdos, presentes y fantasías.
Invocarte en las noches, en los días,
en el tiempo cósmico, mientras viva.
Invento la textura de tus colores:
luz fuego para tu boca,
brillo de ébano en tu pelo.
Tu sabor, tu calor, tu sombra,
la esencia de tu aliento...
los tengo adentro, muy dentro...
Diego Uquillas