ALONDRA
Frenó el aire cuando tus ojos me miraron.
Las palabras quedaron suspendidas en el viento
que traía el río de la plata.
Sin aliento sostenido. Sin responder a tus dudas.
Alondra
¿Cuando bajaste del cielo?
No perteneces aquí.
¿Que artesano talentoso talló tu sonrisa?
¿Quien moldeó la silueta de tu cara?
Te alejaste sonriendo para llevarte
mis ojos
que no se despegaban de los tuyos.
Me aleje sonriendo para llevarme
tu boca.
Aún conservo la emoción de la visita
que le hizo tu perfume a mi olfato.
Ezequiel Delfino