PRESENTE
Y ahora ella es aire.
Brisa permanente girando sobre la cumbre
de mis ganas.
Quieta como quien espera el amanecer en una playa
aguardando que el olvido desaparezca
por el foro de la noche.
Atraída por sílabas y besos.
Silenciosa como costa en calma.
Ella es manzana sin morder.
Boca que no abre pero no cierra.
Y yo aquí, mirando el cielo
como el pasto mira al rocío.
Rocío de mañana, fresca su voz.
Sus ojos.
Su nombre.
Ezequiel Delfino