EFÍMERO
Todo es efímero.
Como la lluvia.
Como un beso en la madrugada.
Como el tiempo que permanecemos mojados.
Tan efímero que lo único que nos queda es el dolor en el
cuerpo.
Eternamente distintos.
Sin una gota de entendimiento.
Uno camina. Otro corre.
Y viceversa.
Y pensar que la nostalgia que nos golpea
parece que nos quiere acariciar a menudo.
Como si fuera ella la que prevalece en estos tiempos
Donde queremos soltar su mano y sin embargo nos acecha.
Nos invade. Nos busca.
Creo que lo único que no existe en la vida es el olvido.
Tan frágil como un cristal que va a romper y no rompe.
Que permanece agazapado entre las piedras.
Es el olvido lo que nunca viene.
Lo que nunca me traes.
Será que no merezco más que un agónico triunfo.
Será que no espero más verte en mi puerta.
Ezequiel Delfino