CONFIDENCIA
Se quitó los decoros de su pelo,
Yo temblé con la fuerza de mil sismos.
Me miró con sus ojos como cielos
Y me retó a volar por sus abismos.
Me ofreció su boca en flor donde hay fragancia
Y frescura de rosas y claveles.
Nos besamos con miedo y añoranza...
Ella hambrienta de cariño y yo de mieles.
Me sonrió con los ojos y su risa
Tuvo un raro fulgor irisdiscente.
Y asomaron dos rosas con delicia
Por su bata escotada y transparente.
Y la blanca paloma abrió sus alas
Y volamos muy alto por el cielo:
Nubes blancas, mansas fuentes, regias salas...
Impetuosas corrientes. ¡Loco anhelo!...
¡Aventura feliz!... De entre las cuales
no he podido olvidar, y es mi aliciente
recordar que un día tuve, en mis cabales;
esa fruta prohibida entre mis dientes...
Faustino Calixto Tapia