YA ES HORA

Ya es hora de que la aurora
te desnude el alma,
ya es el tiempo de casarnos
la piel en una entrega
dulce, tranquila, reposada
o si acaso tan brava
como aquella tormenta que dobla
las palmas de tu Camagüey
pero sin poder doblegarlas.

Para bordar caricias en tu espalda,
gastarnos los besos eternos
aquellos que nunca se gastan
y los orgasmos desgastarlos
entre miradas, suspiros, pasiones
cuerpos entregados y palabras
tan calladas como el tiempo
que espero para pronunciarlas.

Ya es hora de que te coma el amor,
y me trague tu alma generosa
desgastada por el tiempo y la esperanza
más mil veces renacida
limpia, pura, compartida y amada
que me comas o me tragues,
que me escupas o me aplaudas
que me cantes, me rías o me llores
pero que nunca me duelas, allá,
en el fondo de mi alma.

Ya es la hora amor, ya es hora
de decirnos las verdades
de día, con luz y a la cara
para que ya nunca dudes que te amo
aunque la espera sea amarga
tan amarga como las lagrimas que lloro
cuando al nacer una nueva jornada
abro los ojos para encontrar
tu ausencia en forma de soledad helada.