YA SÉ QUE NO ME VAN A LEER
Una estela de penas va quedando
como bisel de nube en el ocaso.
Ya sé que no van a leer
porque lo distinto asusta;
el mismo método,
razones diversas
(siempre habrá alguien por excomulgar).
Así se ha forjado la historia (diente a diente)
para llenar esta rueda imposible de detener,
ni de cambiar autores.
Hoy, mañana, no sé :
la injusticia anda de antorcha
encandilando el horizonte, pero,
verdad y amor también pueden llegar
de manos de un desconocido.
Sólo basta con desempolvar,
con rasgarse la incertidumbre
dentro de los ojos,
las huellas están ahí...
en la estela de penas que va quedando
como bisel de nube en el ocaso.
Ciudad de La Habana, Cuba
Jorge Bousoño González