Desde tus muslos blancos, tu sonrisa
lanza gritos al viento de la noche.
Te recorro callado y suspirante.
Me asiento en la llanura de tus nalgas.
Respiro, jadeante, y te amo.
...
Tus caderas destierran del silencio
mi gris melancolía.
Juan Andivia
Incluido en Ángel. Celacanto, Huelva, 1991