Luis de Góngora y Argote (1561-1627)



Menú de poemas por TÍTULO y primer verso



Gaspar Aguilar autores / authors Bartolomé Leonardo de Argensola




A CIERTA DAMA QUE SE DEJABA VENCER DEL INTERÉS ANTES QUE DEL GUSTO

A CÓRDOBA

A DON ANTONIO DE LAS INFANTAS, EN LA MUERTE DE UNA SEÑORA CON QUIEN ESTABA CONCERTADO DE CASAR EN SEGURA DE LA SIERRA

A DON ANTONIO VENEGAS, OBISPO DE PAMPLONA

A DON CRISTÓBAL DE MORA

A DON DIEGO PÁEZ DE CASTILLEJO Y VALENZUELA, VEINTICUATRO DE CÓRDOBA

A DON FRAY DIEGO DE MARDONES, OBISPO DE CÓRDOBA, DEDICÁNDOLE EL MAESTRO RISCO UN LIBRO DE MÚSICA

A DON FRAY PEDRO GONZÁLEZ DE MENDOZA Y SILVA, ELECTO ARZOBISPO DE GRANADA MUY MOZO

A DON LUIS DE ULLOA, QUE ENAMORADO SE AUSENTÓ DE TORO

A DON LUIS DE VARGAS

A DON PEDRO DE CÁRDENAS, EN UN ENCIERRO DE TOROS

A DON SANCHO DÁVILA, OBISPO DE JAÉN

A DOÑA BRIANDA DE LA CERDA

A DOÑA CATALINA DE LA CERDA, DAMA DE LA REINA

A este que admiramos en luciente,

A FRANCISCO DE QUEVEDO (atribuido)

A FRAY ESTEBAN IZQUIERDO, FRAILE FRANCISCO, EN AGRADECIMIENTO DE UNA BOTA DE AGUA DE AZAHAR Y UNAS PASAS

A JUAN DE VILLEGAS, ALCALDE MAYOR DE LUQUE, POR DON EGAS VENEGAS, SEÑOR DE AQUELLA VILLA

A JUAN RUFO, DE SU "AUSTRÍADA"

A JUAN RUFO, JURADO DE CÓRDOBA

A JÚPITER

A LA ARCADIA, DE LOPE DE VEGA CARPIO (atribuido a Góngora)

A LA BAJADA DE MUCHOS CABALLEROS DE MADRID A SOCORRER LA FUERZA DE LA MAMORA, CERCADA DE MOROS

A LA EMBARCACIÓN EN QUE SE ENTENDIÓ PASARAN A NUEVA ESPAÑA LOS MARQUESES DE AYAMONTE

—¡A la Mamora, militares cruces!

A LA MARQUESA DE AYAMONTE, DÁNDOLE UNAS PIEDRAS BEZARES QUE A ÉL LE HABÍA DADO UN ENFERMO

A LA MEMORIA DE LA MUERTE Y DEL INFIERNO

A LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

A la que España toda humilde estrado

A LA RIGUROSA ACCIÓN CON QUE SAN IGNACIO REDUJO UN PECADOR

A LA TELA DE JUSTAR DE MADRID

A LAS DAMAS DE LA CORTE, PIDIÉNDOLES FAVOR PARA LOS GALANES ANDALUCES

A LAS FIESTAS DEL NACIMIENTO DEL PRÍNCIPE DON FELIPE DOMÍNICO VÍCTOR, Y A LOS OBSEQUIOS HECHOS AL EMBAJADOR DE INGLATERRA

A LO POCO QUE HAY QUE FIAR DE LOS FAVORES DE LOS CORTESANOS

A LOS CAMPOS DE LEPE, A LAS ARENAS

A LOS CELOS

A NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA, POR LA SALUD DEL REY DON FELIPE III

*EN LA MISMA OCASIÓN

A UN CABALLERO DE CÓRDOBA QUE ESTABA EN GRANADA

A UN CABALLERO POETA, QUE EN UN SONETO QUE HIZO SE FINGIÓ TEMEROSO DE TENER EN SU AMOR ATREVIDO EL SUCESO DE ÍCARO

A UN FRAILE FRANCISCANO, EN AGRADECIMIENTO DE UNA CAJA DE JALEA

A UN PINTOR FLAMENCO, HACIENDO EL RETRATO DE DONDE SE COPIÓ EL QUE VA AL PRINCIPIO DESTE LIBRO

A UN SUEÑO

A UN TIEMPO DEJABA EL SOL

A UNA CASA DE CAMPO DONDE ESTABA UNA DAMA A QUIEN CELEBRABA

A UNA CASERÍA, DONDE HABITABA UNA DAMA A QUIEN SERVÍA

A UNA DAMA QUE CONOCIÓ NIÑA Y DESPUÉS VIO MUJER MUY HERMOSA

A UNA DAMA VESTIDA DE LEONADO

A UNA ENFERMEDAD DE DOÑA CATALINA DE LA CERDA

A UNA SANGRÍA DE UN PIE

A UNOS ÁLAMOS BLANCOS

A UNOS ÁLAMOS BLANCOS

A SU HIJO DEL MARQUÉS DE AYAMONTE, QUE EXCUSE LA MONTERÍA

ACREDITA LA ESPERANZA CON HISTORIAS SAGRADAS

AL CONDE DE LEMUS, VINIENDO DE SER VIRREY DE NÁPOLES

AL CONDE DE LEMUS, YÉNDOLE A VISITAR A MONFORTE

AL CONDE DE VILLAMEDIANA, CELEBRANDO EL GUSTO QUE TUVO EN DIAMANTES, PINTURAS Y CABALLOS

AL CONDE DE VILLAMEDIANA, DE SU FAETÓN

AL DOCTOR NARBONA, PIDIÉNDOLE UNOS ALBARCOQUES QUE HABÍA OFRECIDO ENVIARLE DESDE TOLEDO

AL DUQUE DE FERIA, DE LA SEÑORA DOÑA CATALINA DE ACUÑA

AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR EL CONDE DUQUE

AL LLANTO Y SUSPIROS DE UNA DAMA

AL MARQUÉS DE AYAMONTE

AL MARQUÉS DE AYAMONTE, DETERMINADO A NO IR A MÉXICO

AL MARQUÉS DE AYAMONTE, PARTIENDO DE SU CASA PARA MADRID

AL MARQUÉS DE AYAMONTE QUE, PASANDO POR CÓRDOBA, LE MOSTRÓ UN RETRATO DE LA MARQUESA

AL MARQUÉS DE VELADA, HERIDO DE UN TORO QUE MATÓ LUEGO A CUCHILLADAS

AL MISMO

AL MONTE SANTO DE GRANADA

AL NACIMIENTO DE CRISTO NUESTRO SEÑOR

AL NACIMIENTO DE CRISTO, NUESTRO SEÑOR

AL PADRE FRANCISCO DE CASTRO, DE SU LIBRO Retórica

AL PADRE JUAN DE PINEDA, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, POR HABER ANTEPUESTO UN SONETO AL QUE EL POETA HIZO EN LA BEATIFICACIÓN DE SAN IGNACIO (atribuido)

AL PADRE MAESTRO HORTENSIO, DE UNA AUDIENCIA DEL PADRE MAESTRO FRAY LUIS DE ALIAGA, CONFESOR DEL REY DON FELIPE III

AL POETA PEDRO SOTO DE ROJAS

AL PUERTO DE GUADARRAMA, PASANDO POR ÉL LOS CONDES DE LEMUS

Al que de la consciencia es del Tercero

AL SERENÍSIMO INFANTE CARDENAL

Al sol peinaba Clori sus cabellos

AL SOL, PORQUE SALIÓ, ESTANDO CON SU DAMA, Y LE FUE FORZADO DEJARLA

Al tramontar del Sol, la ninfa mía,

Al tronco descansaba de una encina

Al tronco Filis de un laurel sagrado

AL TÚMULO DE ÉCIJA, EN LAS HONRAS DE LA SEÑORA REINA DOÑA MARGARITA

ALEGORÍA DE LA PRIMERA DE SUS SOLEDADES

Aljófares risueños de Albïela

Allá darás, rayo,

Alta esperanza, gloria del estado,

Amarrado al duro banco

Anacreonte español, no hay quien os tope,

Ándeme yo caliente

Ánsares de Menga

AQUÍ ENTRE LA VERDE JUNCIA

Árbol de cuyos ramos fortunados

Aunque a rocas de fe ligada vea

Ave real de plumas tan desnuda,

¡Ayer deidad humana, hoy poca tierra:

Bien puede ser;

BURLÁNDOSE DE UN CABALLERO PREVENIDO PARA UNAS FIESTAS

Caído se le ha un Clavel

Camina mi pensión con pies de plomo,

Cantastes, Rufo, tan heroicamente

Ceñida, si asombrada no, la frente

Ciego que apuntas y atinas,

Cisnes de Guadiana, a sus riberas

Clarísimo Marqués, dos veces claro,

Clavar victorïoso y fatigado

Con diferencia tal, con gracia tanta

Con poca luz y menos disciplina

Con razón, gloria excelsa de Velada.

Consagróse el seráfico Mendoza,

CONTRA LOS QUE DIJERON MAL DE LAS SOLEDADES

CONVOCA LOS POETAS DE ANDALUCÍA A QUE CELEBREN AL MARQUÉS DE AYAMONTE

Corona de Ayamonte, honor del día,

Cosas, Celalba mía, he visto extrañas:

¿Cuál del Ganges marfil, o cuál de Paro

Cual parece al romper de la mañana

Cuando pitos flautas,

Cuantas al Duero le he negado ausente,

Cuantos forjare más hierros el hado

Cuatro o seis desnudos hombros

Culto Jurado, si mi bella dama

Cura que en la vecindad

Da bienes Fortuna

De chinches y de mulas voy comido,

DE DON FRANCISCO DE PADILLA, CASTELLANO DE MILÁN

DE DON RODRIGO SARMIENTO, CONDE DE SALINAS

—¿De dónde bueno, Juan, con pedorreras?

DE LA AMBICIÓN HUMANA

DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VIDA

DE LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRARIO, DE LA SANTA IGLESIA DE TOLEDO, ENTIERRO DEL CARDENAL SANDOVAL

DE LA ESPERANZA

DE LA JORNADA DE LARACHE

DE LA JORNADA QUE SU MAJESTAD HIZO A ANDALUCÍA

DE LA MARQUESA DE AYAMONTE Y SU HIJA, EN LEPE

De la Merced, Señores, despedido,

DE LA TOMA DE LARACHE

DE LAS MUERTES DE DON RODRIGO CALDERÓN, DEL CONDE DE VILLAMEDIANA Y CONDE DE LEMUS

DE LAS PINTURAS Y RELICARIOS DE UNA GALERÍA DEL CARDENAL DON FERNANDO NIÑO DE GUEVARA

DE LOS MISMOS

DE LOS QUE CENSURARON SU POLIFEMO

DE LOS SEÑORES REYES DON FELIPE III Y DOÑA MARGARITA, EN UNA MONTERÍA

DE MADRID

De mi sastre en el hurtar

De puños de hierro ayer

De pura honestidad templo sagrado,

¿De quién me quejo con tan grande extremo,

De ríos soy el Duero acompañado

DE SAN LORENZO EL REAL DEL ESCORIAL

DE UN CABALLERO QUE LLAMÓ SONETO A UN ROMANCE

DE UN CAMINANTE ENFERMO QUE SE ENAMORÓ DONDE FUE HOSPEDADO

DE UN JABALÍ QUE MATÓ EN EL PARDO EL REY NUESTRO SEÑOR

DE UNA DAMA QUE, QUITÁNDOSE UNA SORTIJA, SE PICÓ CON UN ALFILER

DE UNA QUINTA DEL CONDE DE SALINAS, RIBERA DE DUERO

DE UNA QUINTA QUE HIZO EL OBISPO DON ANTONIO VENEGAS EN BURLADA, LUGAR DE SU DIGNIDAD

DE UNAS FIESTAS EN VALLADOLID

DE UNOS PAPELES QUE UNA DAMA LE HABÍA ESCRITO, RESTITUYÉNDOSELOS

Deja el monte, garzón bello, no fíes

Dejadme llorar

Déjame en paz, Amor tirano,

DEL CASAMIENTO QUE PRETENDIÓ EL PRÍNCIPE DE GALES CON LA SERENÍSIMA INFANTA MARÍA, Y DE SU VENIDA

Del color noble que a la piel vellosa

DEL CONDE DE VILLAMEDIANA, PREVENIDO PARA IR A NÁPOLES CON EL DUQUE DE ALBA

Del León, que en la Silva apenas cabe,

DEL MARQUÉS DE SANTA CRUZ

DEL REY Y REINA NUESTROS SEÑORES EN EL PARDO, ANTES DE REINAR

DEL TÚMULO QUE HIZO CÓRDOBA EN LAS HONRAS DE LA SEÑORA REINA DOÑA MARGARITA

EN LA MISMA OCASIÓN

EN LA MISMA OCASIÓN

Descaminado, enfermo, peregrino

Despidióse el francés con grasa buena,

Deste más que la nieve blanco toro,

DETERMINADO A DEJAR SUS PRETENSIONES Y VOLVERSE A CÓRDOBA

Diez años vivió Belerma

DILATÁNDOSE UNA PENSIÓN QUE PRETENDÍA

Dineros son calidad

Dulce arroyuelo de la nieve fría

Duélete de esa puente, Manzanares;

El Conde mi señor se fue a Cherela,

El Conde mi señor se fue a Napoles;

El Conde mi señor se va a Napoles;

El Cuarto Enrico yace mal herido

El que a su mujer procura

EL SASTRE

¿En año quieres que plural cometa

En dos lucientes estrellas

En el caudaloso río

En el cristal de tu divina mano

EN EL SEPULCRO DE LA DUQUESA DE LERMA

PARA LO MISMO

EN EL TÚMULO DE LAS HONRAS DEL SEÑOR REY DON FELIPE III

En este occidental, en este, oh Licio

En la capilla estoy, y condenado

EN LA ENFERMEDAD DE QUE MURIÓ EL SEÑOR REY DON FELIPE III

EN LA JORNADA DE PORTUGAL

EN LA MISMA OCASIÓN

EN LA MUERTE DE DON RODRIGO CALDERÓN

EN LA MUERTE DE DOS SEÑORAS MOZAS, HERMANAS, NATURALES DE CÓRDOBA

EN LA MUERTE DE DOÑA GUIOMAR DE SA, MUJER DE JUAN FERNÁNDEZ DE ESPINOSA

EN LA MUERTE DE ENRIQUE IV, REY DE FRANCIA

EN LA MUERTE DE TRES HIJAS DEL DUQUE DE FERIA

EN LA MUERTE DE UN CABALLERO MOZO

EN LA MUERTE DE UNA DAMA PORTUGUESA EN SANTARÉN

EN LA MUERTE DE UNA SEÑORA QUE MURIÓ MOZA EN CÓRDOBA

EN LA PARTIDA DEL CONDE DE LEMUS Y DEL DUQUE DE FERIA A NÁPOLES Y A FRANCIA

En la verde orilla

En los pinares de Júcar

En tenebrosa noche, en mar airado

En un pastoral albergue

EN UNA ENFERMEDAD DE DON ANTONIO DE PAZOS, OBISPO DE CÓRDOBA

En vez de las Helíades, ahora

En vez, Señora, del cristal luciente

En villa humilde sí, no en vida ociosa

Éntrase el mar por un arroyo breve

Entre las hojas cinco generosa

Entre los sueltos caballos

Era del año la estación florida

Érase una vieja

Esta en forma elegante, oh peregrino

Esta de flores, cuando no divina

Esta que admiras fábrica, esta prima

Estas que me dictó, rimas sonoras

Este a Pomona, cuando ya no sea

Este funeral trono, que luciente

Este monte de cruces coronado

Este, que Babia al mundo hoy ha ofrecido

Éste, que en traje le admiráis togado


FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA


Florido en años, en prudencia cano

Fragoso monte, en cuyo basto seno

Frescos airecillos

Gallardas plantas, que con voz doliente

Generoso esplendor, sino luciente

Gracias os quiero dar sin cumplimiento

Grandes, más que elefantes y que abadas

Herido el blanco pie del hierro breve

Hermana Marica,

Hermosas damas, si la pasión ciega

Hojas de inciertos chopos el nevado

Hoy son flores azules,

Hurtas mi vulto y cuanto más le debe

Ícaro de bayeta, si de pino

Ilustre y hermosísima María,

INFIERE, DE LOS ACHAQUES DE LA VEJEZ, CERCANO EL FIN A QUE, CATÓLICO, SE ALIENTA

INSCRIPCIÓN PARA EL SEPULCRO DE DOMÍNICO GRECO

Jura Pisuerga a fe de caballero

La Aurora de azahares coronada,

La chacona a las sonajas

La desgracia del forzado

La dulce boca que a gustar convida

La fuerza que infestando las ajenas

La más bella niña

La plaza, un jardín fresco; los tablados

Las flores del romero

Las que a otros negó piedras Oriente

Las tablas del bajel despedazadas

Lilio siempre real nascí en Medina

Llegué a este Monte fuerte, coronado

Llegué a Valladolid; registré luego

Llegué, señora tía, a la Mamora

Lloraba la niña

Llorad, corazón,

Los blancos lilios que de ciento en ciento,

Los días de Noé bien recelara

Los dineros del Sacristán

Los montes que el pie se lavan

Los rayos le cuenta al Sol

Los rayos que a tu padre son cabello,

LUTO POÉTICO

Mamóla

Manda Amor en su fatiga

Máquina funeral, que desta vida

Mariposa, no sólo no cobarde

Menos solicitó veloz saeta

Mientras Corinto, en lágrimas deshecho

Mientras por competir con tu cabello

Mis albarcoques sean de Toledo,

Montaña inaccesible, opuesta en vano

Muerto me lloró el Tormes en su orilla,

Música le pidió ayer su albedrío

Ni en este monte, este aire, ni este río

Nilo no sufre márgenes, ni muros

No de fino diamante o rubí ardiente

No destrozada nave en roca dura

No en bronces, que caducan, mortal mano

No enfrene tu gallardo pensamiento

No entre las flores, no, señor don Diego

No vayas, Gil, al Sotillo

Noble desengaño

Oh, bien haya Jaén, que en lienzo prieto

¡Oh claro honor del líquido elemento

¡Oh, cómo se lamenta!

¡Oh, de alto valor, de virtud rara

¡Oh excelso muro, oh torres coronadas

Oh marinero, tú que, cortesano

¡Oh niebla del estado más sereno,

¡Oh, perdido primero

Oh piadosa pared, merecedora

¡Oh qué bien que baila Gil

¡Oh qué malquisto con Esgueva quedo

Oh tú, cualquiera que entras, peregrino,

Oro no rayó así flamante grana

Pálida restituye a su elemento

PARA EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA DEL SEÑOR REY DON FELIPE II, DE LUIS DE CABRERA

*PARA LO MISMO

PARA LA CUARTA PARTE DE LA Pontificial DEL DOCTOR BABIA

PARA UN RETRATO DE DON JUAN DE ACUÑA, PRESIDENTE DE CASTILLA, HIJO DEL CONDE DE BUENDÍA

Parió la Reina; el Luterano vino

Pasos de un peregrino son errante

Peinaba al sol Belisa sus cabellos

Pender de un leño, traspasado el pecho,

Pisó las calles de Madrid el fiero

Poco después que su cristal dilata,

Por niñear, un picarillo tierno,

Por tu vida, Lopillo, que me borres

Por una negra señora

Prisión del nácar era articulado

Purpúreo creced, rayo luciente

¡Qué bien bailan las serranas!

¿Qué lleva el señor Esgueva?

Que pida a un galán Minguilla

¡Que se nos va la Pascua, mozas

Raya, dorado Sol, orna y colora

Restituye a tu mundo horror divino

Rey de los otros, río caudaloso

ROMANCE DE ANGÉLICA Y MEDORO

Sacra planta de Alcides, cuya rama

Sacro pastor de pueblos, que en florida

Sacros, altos, dorados capiteles,

Salí, señor don Pedro, esta mañana

Sea bien matizada la librea

Segundas plumas son, oh lector, cuantas

Sella el tronco sangriento, no le oprime

Señora doña puente segoviana

Señores Corteggiantes, ¿quién sus días

Ser pudiera tu pira levantada,

Servía en Orán al Rey

Si Amor entre las plumas de su nido

Si ociosa no, asistió Naturaleza

Si ya el griego orador la edad presente

Si ya la vista, de llorar cansada,

Sobre dos urnas de cristal labradas

Sobre unas altas rocas


SOLEDADES

SOLEDAD PRIMERA

SOLEDAD SEGUNDA


¿Son de Tolú, o son de Puertorrico,

Sople rabiosamente conjurado

Suspiros tristes, lágrimas cansadas,

TARDÁNDOSE EL CONDE DE VILLAFLOR EN VOLVER A DON LUIS UNOS DINEROS QUE LE HABÍA PRESTADO EN EL JUEGO

Teatro espacïoso su ribera

—Téngoos, señora tela, gran mancilla.

Tonante monseñor, ¿de cuándo acá

Tras la bermeja Aurora el Sol dorado

Tres veces de Aquilón el soplo airado

Tú (cuyo ilustre, entre una y otra almena

Un buhonero ha empleado

Un culto Risco en venas hoy suaves

Una higa

Una moza de Alcobendas

Undosa tumba da al farol del día

Urnas plebeyas, túmulos reales

Valladolid, de lágrimas sois valle,

Varia imaginación que, en mil intentos

Velero bosque de árboles poblado

Vencidas de los Montes Marïanos

Verdes hermanas del audaz mozuelo

Verdes juncos del Duero a mi pastora

Vive en este volumen el que yace

VOLVIÉNDOSE A FRANCIA EL DUQUE DE HUMENA

Volvió al mar Alción, volvió a las redes

¿Vos sois Valladolid? ¿Vos sois el valle

Vuela, pensamiento, y diles

Y digan que yo lo digo.

Y sin tener mancilla

Ya besando unas manos cristalinas

Ya de mi dulce instrumento

Ya no más, ceguezuelo hermano

Ya que con más regalo el campo mira

Yacen aquí los huesos sepultados

¿Yo en justa injusta expuesto a la sentencia